La vida, la obra y el pensamiento de José Martí pueden ser vistos desde muy diversos ángulos, en la medida en que abarcan una inagotable variedad de aspectos. Nuestro propósito es presentar su perfil como educador y resumir sus principales ideas pedagógicas. Tarea para la cual no tenemos las ventajas de aquellos que investigan o analizan a Martí desde el ángulo privilegiado del excepcional escritor que fue. La grandeza de su estilo está en todo lo que produjo, desde los Versos Sencillos hasta el más entusiasta de sus discursos revolucionarios. Lo pedagógico, en cambio, se dispersa aquí y allá, para surgir en el lugar más inesperado. Pero su importancia es tal que su examen se justifica, no obstante ocultarse la mayoría de las veces, detrás de su labor literaria y de su ideario político.
El proyecto educativo de Martí propone una perspectiva transformadora, en la que se incorpora la necesidad de un saber técnico, científico, estético, humanista, cívico. Una formación integral del estudiante que participa de los procesos de enseñanza y aprendizaje en diferentes modalidades, formal o no formal, así como niveles educativos desde preescolar hasta el universitario. Su filosofía de la educación muestra el alcance de un proyecto político que refleja los intereses teóricos y metodológicos del pensamiento liberal, ilustrado, así como emancipador. Estas características permiten valorar la vigencia en los actuales enfoques de educación de niños, jóvenes y adultos, así como la educación popular.
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